Los primeros reportes en cuanto a la importancia del Zinc en seres humanos se dieron a conocer durante la década del 60 al estudiar niños con malnutrición en el Medio Oriente (Egipto e Irán). Su símbolo es Zn y su número atómico 30. Fue en 1963 que la Dra. Prasad, cuando analizaba adolescentes y jóvenes que tenían anemia por deficiencia de hierro, retraso en el crecimiento y en la maduración sexual, quien descubrió su importancia al observar que los pacientes respondían favorablemente ante la ingesta de suplementos de zinc. La mayoría del zinc se absorbe en el intestino delgado, siendo el yeyuno el lugar de mayor velocidad en el transporte del mismo. La absorción es un proceso saturable ya que cuando los niveles de zinc disminuyen se produce un aumento en la velocidad de transporte. Luego es trasportando principalmente por la albúmina(proteína plasmática) al hígado a través de la circulación portal. Desde allí se distribuirá a diferentes tejidos.
. Su función es esencial durante el crecimiento. Se une fácilmente a los grupos amino de las proteínas y aminoácidos. Se absorbe fácilmente, fijándose a todas las proteínas del plasma y estando presente, en todos los tejidos del organismo. La piel humana retiene el 20% de todo el zinc del organismo y a él le debe su elasticidad. Más del 85% del total de zinc presente en nuestro organismo se deposita en los músculos, huesos, testículos, cabellos, uñas y tejidos pigmentados del ojo. Se elimina principalmente en las heces a través de secreciones biliares, pancreáticas e intestinales.