Mejora la capacidad de concentración, asimilación de información, la rapidez mental, el rendimiento intelectual y la toma de decisiones. Aumenta la perspicacia y la intuición. Ayuda a afrontar con tranquilidad pruebas, exámenes y situaciones que requieren claridad mental. Alivia y contrarresta la “linealidad mental” producida por el abuso de televisión o computación. Ayuda en desequilibrios relacionados con la memoria y el sistema nervioso. Mejora el rendimiento en deporte y en actividades como yoga, meditación, etc .