El ácido fólico pertenece al grupo de las vitaminas B y ayuda al organismo en el mantenimiento y en la creación de células nuevas. Esta función es imprescindible en los periodos de división y crecimiento celular rápido, especialmente en la infancia y durante el embarazo. Las mujeres en edad fértil si disponen de la suficiente cantidad de ácido fólico antes y durante el embarazo, pueden prevenir posibles defectos congénitos medulares y cerebrales del bebé, como la espina bífida.
El folato es además necesario para la replicación del ADN y la deficiencia de esta vitamina puede dificultar la síntesis y la división celular repercutiendo principalmente en la médula ósea, donde se forman las células sanguíneas. Interviene en el desarrollo del sistema nervioso.
Esta vitamina desempeña un papel fundamental con la vitamina B12 para la producción de los glóbulos rojos, consiguiendo así la prevención de enfermedades como diversos tipos de anemia.
La deficiencia de ácido fólico puede provocar:
•Retraso en el crecimiento.
•Diarrea.
•Úlceras bucales.
•Encanecimiento del cabello.
•Úlcera péptida.
•Glositis (inflamación de la lengua).
•Dolor de cabeza.
•Taquicardia.
•Trastornos de la conducta.
•Debilidad.
•Irritabilidad.